"No me quedan muchos sermones en mi agenda, pero quiero que escuches
este ¿okay? ...Algún día vas abrir tu corazón y vas a volver a tocar piano y no va a
ser para hacer feliz a tu mamá, no para hacerme feliz a mí, va a ser para
ti, porque la música y el amor te van a traer dicha".
Qué dolor tan insoportable de cargar se convierte el conocer al tiempo,
entender las cosas cuando ya él a tocado la puerta y aun cuando no le hemos dado
permiso, él lo ha hecho.
Contra él y con él, repasamos lo que perdimos,
nos lamentamos y sin embargo el tiempo está ahí empujando porque el tiene que
seguir su rumbo.
Una historia realista, donde los protagonistas son algunos de los amores; los
amores de verano, amor de los padres a los hijos, los hijos a los padres, el
amor a lo que se está perdiendo, el amor a un algo intangible: la música, pero
que ella, aún cuando no se pueda tocar, duele cuando se relaciona con recuerdos
que duelen o alegra cuando trae lindos recuerdos.
Una historia que erizó el alma.
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