Abuelita, mami, tía, prima, Dona Mariela, Marielita,
Parranderita, mujer que haces parte de mi alma, de quién hoy soy, tengo la
dicha, la fortuna y todo un orgullo de tener el poder de decirte Abuelita
de mi alma, has sido una mujer entregada a tus 6 hijos más dos que están enel cielo, a tu familia, a Dios como
fuente de vida y como fuente de un todo, has sido una berraquita toda tu vida,
aún en los últimos años has luchado por seguir con nosotros.
Tenemos el inmenso mar de distancia para poder abrazarnos,
para poder besarte tu frente y tus manos, tus manos que toda mi vida admiraré y
recordaré el día que ya no pueda tocarlas, estamos tan lejos, pero lo evito
cerrando los ojos y viajando sin espacio y sin tiempo a nuestros tiempos en que
me regañabas porque no vestía zapaticos de una dama sino tennis el día de una
reunión familiar, porque llegaba visita y te aterraba estar en pijama o en
ropa de sport, siempre quisiste estar elegante, como una dama, perdóname si
nunca te contamos que con los primos nos amanecíamos en la carrilera del tren tomando y
disfrutando en familia, no te preocupes que nunca hicimos nada de malo, sólo
que sé que no te gustaba, estás en mis recuerdos como una dama; horneabas
pizzas y hacías comidas con sazón a amor, me decias Johanita eso me
encanta y me bombea de nuevo el corazón, viajo a esos momentos en los que me
sentía atrapada en tus brazos cuando era niña, te recuerdo con ese acento paisa
tan familiar y tan bello, momentos en los que me contabas historias de tu
pasado, de mi mami, de mi abuelito, te vi hace unos meses enfermita y aún así
seguías teniendo las manos más hermosas e iluminabas tu habitación con tu
presencia...
Hoy domingo en la misa de las 11:00 a.m. te recordé más de lo normal, cerré los ojos, te me apareciste con 10 años menos de los que tienes y por eso quise dedicarte mis letras en vida, quería que mami te las leyera en la clínica, pero fui tarde en eso... hace unas horas recibí el aviso, te has ido hermosa, paré de escribir hace un rato y cuando volví a la escritura tuve que cambiar el tiempo, debo pensar en pasado, no quiero, pero es la vida que me lo cuenta y lo recuerda, hay un fin aquí, para luego encontrarnos con Dios y los ángeles, es algo que sé, no soy la única que lo piensa, es una verdad que los humanos no sabemos razonar... se me está arrugando el corazón escribiéndote, porque no sé si en el cielo puedas tener Internet o puedas entender este lenguaje, pero tengo la esperanza y la fe que al menos el lenguaje del amor, de las oraciones de cada uno de nosotros tus hijos, nietos, primos, amigos las oigas para que te enteres cuanto se nos hincha el corazón de alegría de haberte disfrutado tantos años y de haber tenido un ejemplo de mujer, madre, esposa, prima y sobre todo una parranderita como tu, tu corazoncito dejó de latir, te fuiste en otoño, en la etapa más hermosa del tiempo, donde los colores parecen de mentira pero son pintados por Dios, el te vistió el paisaje de colores, porque la fiesta iba hasta el cielo, te fuiste a verte con el amor de tu vida de nuevo, la muerte los separó, pero ahora los unió a la vida eterna, te fuiste a descansar y a hacer parte de los ángeles, así que ya tenemos uno más en el cielo que cuide por nosotros. TE AMO ABUELITA.
Hoy domingo en la misa de las 11:00 a.m. te recordé más de lo normal, cerré los ojos, te me apareciste con 10 años menos de los que tienes y por eso quise dedicarte mis letras en vida, quería que mami te las leyera en la clínica, pero fui tarde en eso... hace unas horas recibí el aviso, te has ido hermosa, paré de escribir hace un rato y cuando volví a la escritura tuve que cambiar el tiempo, debo pensar en pasado, no quiero, pero es la vida que me lo cuenta y lo recuerda, hay un fin aquí, para luego encontrarnos con Dios y los ángeles, es algo que sé, no soy la única que lo piensa, es una verdad que los humanos no sabemos razonar... se me está arrugando el corazón escribiéndote, porque no sé si en el cielo puedas tener Internet o puedas entender este lenguaje, pero tengo la esperanza y la fe que al menos el lenguaje del amor, de las oraciones de cada uno de nosotros tus hijos, nietos, primos, amigos las oigas para que te enteres cuanto se nos hincha el corazón de alegría de haberte disfrutado tantos años y de haber tenido un ejemplo de mujer, madre, esposa, prima y sobre todo una parranderita como tu, tu corazoncito dejó de latir, te fuiste en otoño, en la etapa más hermosa del tiempo, donde los colores parecen de mentira pero son pintados por Dios, el te vistió el paisaje de colores, porque la fiesta iba hasta el cielo, te fuiste a verte con el amor de tu vida de nuevo, la muerte los separó, pero ahora los unió a la vida eterna, te fuiste a descansar y a hacer parte de los ángeles, así que ya tenemos uno más en el cielo que cuide por nosotros. TE AMO ABUELITA.
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